En un tono de comedia hilarante... y a veces delirante... la película
narra el único momento importante de la vida de Marcos; un insignificante
empleado de banco de edad mediana.
En la mente de Marcos solo existe un pensamiento: lograr una relación
carnal sin prejuicios ni cohibiciones por parte de su regordeta e ingenua
novia Hilda.
Tratando de lograr su objetivo, Marcos logra que su amada lo acompañe
por un fin de semana a un solitario balneario en pleno invierno. Allí; en
lo alto de las colinas frente al mar, descubrirá lo que por primera vez le
dará un sentido a su existencia. En el interior de una vetusta casona a
punto de derrumbarse, encontrará una colección de cuadros de dudoso valor
artístico; supuestamente la obra de un desconocido pintor chileno que
habría tenido un relativo éxito en el París de los años 30.
El Museo y las Obras de Arte están al cuidado de un viejo huraño,
alcohólico y vulgar que en su juventud se habría encargado de mezclar las
pinturas y enmarcar los cuadros del Maestro. Nuestro héroe siente que,
junto a su novia, debe asumir la misión de dar a conocer este tesoro
artístico para dejar como su legado de vida un nuevo Patrimonio Artístico
para la Nación.
Cual Quijote Latinoamericano, Marcos deberá enfrentar aventuras y
desventuras al intentar rescatar su descubrimiento del abrupto interés de
oscuros personajes por apropiarse del Museo y las Obras de Arte que han
adquirido valor instantáneo al ser develados por los medios de
comunicación. Pero todo no ha sido en vano, ya que Marcos e Hilda
recibirán un inesperado regalo del viejo cuidador... y un secreto... que
les hará cambiar sus vidas para siempre. |