Hay lujuria en el aire de Hartford Road y a Sylvia Stickles, una mujer
malhumorada y reprimida de mediana edad, no le gusta nada. Aunque el
marido de Sylvia todavía tiene impulsos matrimoniales, a Sylvia no le
interesa lo más mínimo: tiene trabajo que hacer.
¿No es suficiente el hecho de llevar la tienda de comestibles de la
familia y preparar comidas equilibradas para su exhibicionista hija
Caprice, una gogó cuyos muchos admiradores conocen como Ursula Udders?
Tras alterar el orden público saliendo desnuda en varias ocasiones, C
aprice y sus enormes pechos operados han sido confinados al apartamento
que hay encima del garaje de la casa de los Stickles.
Todo cambiará cuando Sylvia se ve implicada en un accidente de camino
al trabajo y recibe un golpe en la cabeza. El atractivo conductor de grúa
Ray-Ray Perkins corre a ayudarla y Sylvia se da cuenta de que no es un
conductor común: es un curandero sexual que sabe sacar la lujuria que
lleva escondida en su interior.
De repente Sylvia deja de ser mojigata y empieza a ver el mundo con
ojos hipersexuales. |