Un nuevo estudio manifiesta que llevar un móvil en la mano mientras se conduce
es mucho más pernicioso que llevar un par de copas en el cuerpo. De acuerdo al
laboratorio Transport Research el comportamiento de un conductor se ve más
perjudicado por utilizar el teléfono móvil al volante que por superar los
límites legales de alcohol en sangre. Las reacciones de los conductores se
mostraron un 30% más lentas al usar un teléfono móvil en comparación con el
estado de ebriedad y un 50% en comparación con las condiciones de conducción
normales.
Es más, los conductores que participaron en el test manifestaron que les era
más fácil conducir bajo la influencia del alcohol que usando el teléfono. Y
podían saberlo bien, ya que antes de empezar el test, se aseguro que cada
participante tuvieran un nivel de bebida en el cuerpo del 0,8%.
En el caso de los teléfonos con manos libres la situación es aún más dramática
ya que, en este caso, se reacciona hasta medio segundo después, algo que a una
velocidad de unos 100 kilómetros por hora supone 14 metros de diferencia. Al
parecer ni siquiera el manos libres contribuye a mejorar las cosas. Los
participantes consideraron que les resultaba más fácil conducir borrachos que
con un manos libres. Según los últimos estudios en Gran Bretaña cuatro de cada
diez conductores utilizan el teléfono móvil al volante. "10 millones de
conductores participan en una actividad más peligrosa que la ebriedad", afirma
alarmado Dominic Burch, encargado de este estudio.
No existe control de la situación
Otro estudio denominado "The influence of the use of mobile phones on
driver situation awareness" (Influencia del uso de teléfonos celulares sobre
la consciencia sobre la situación por parte del conductor") escrito por
Andrew Parkes del Transport Research Laboratory en Crowthorne, Inglaterra,
fue publicado en el sitio de web de la National Highway Traffic Safety
Administration (NHTSA) en www.nhtsa.dot.gov.
En esta ocasión se estudió la forma de trabajo entre
15 individuos en un entorno de manejo simulado mientras utilizaban teléfonos
celulares de manos libres y convencionales. Se solicitó a los participantes que
mantuvieran conversaciones utilizando ambos tipos de teléfonos mientras
realizaban tareas de conducción relativamente sencillas. El circuito simulado
que no presentaba demasiadas complicaciones consistía en curvas suaves e
intersecciones poco transitadas. El tránsito simulado era razonable pero sin
posibilidades de conflicto directo con otros vehículos. Durante la simulación,
los participantes hablaban por teléfono celular y debían resolver rápidamente
dos situaciones inesperadas. La simulación se interrumpía por momentos para
evaluar la consciencia de la situación por parte de los conductores.
Se determinó un notable detrimento en el tiempo de reacción de todos los
usuarios de teléfonos celulares, en especial, al comienzo de las conversaciones
y una significativa reducción en la consciencia de la situación.
¿Manos libres u ocupadas?
¿Qué seguridad ofrece el uso de teléfonos celulares de manos libres mientras se
conduce? Esta cuestión ha sido tema de debate recientemente. Debido a que estos
dispositivos no exigen que el usuario los manipule directamente, por lo menos
mientras se habla, sus defensores sostienen que sí son seguros. Pero según
estudios recientes, el uso de teléfonos celulares, sean del tipo de manos libres
o convencionales, provoca cierta distracción al conductor.
Investigadores de la Universidad de Utah presentaron un estudio titulado "Does
cell phone conversation impair driving performance?" (¿La conversación por
teléfono celular afecta al rendimiento al conducir?) patrocinado por el
National Safety Council. Este estudio publicado en el ejemplar de noviembre
de 2001 de Psychological Science compara el uso de teléfonos celulares de
manos libres con el de los teléfonos celulares convencionales. El estudio
intenta determinar cómo influye sobre la atención del conductor el mantener una
conversación telefónica, sin tener en cuenta factores periféricos como marcar y
sostener el aparato telefónico.
En el estudio, se solicitó a 64 participantes que realizaran distintas
actividades que provocan distracción, entre ellas, manipular los controles de la
radio, escuchar libros grabados en cinta y conversar por teléfono celular tanto
en la modalidad de manos libres como en la convencional. Mientras realizaban
estas actividades se realizó un seguimiento de sus respuestas a tareas de manejo
simuladas, como por ejemplo, detenerse ante un semáforo en rojo y circular con
luz verde. Se determinó que la probabilidad de pasar por alto las señales de
tránsito aumentó de forma significativa mientras los conductores mantenían
conversaciones por teléfono celular; se advirtió muy poca diferencia por el uso
de aparatos de manos libres o convencionales. Esto claramente indica que es la
conversación telefónica y no el acto de marcar o sostener el aparato la que
influye sustancialmente en el tiempo de respuesta.
Si se encuentra en la carretera y necesita realizar o recibir una llamada,
busque un lugar seguro para utilizar el teléfono celular,
ésta es la única manera prudente de utilizar teléfonos celulares al conducir.
Articulo redactoado con la colaboración de documentación de
Amica y Asociación de Aseguradoras de Chile |