De este modo, la compañía especializada en recuperación de datos apuntó que
el calor ha "afectado inevitablemente a la estructura física de un gran
porcentaje de discos duros, así como a los componentes mecánicos de los mismos".
Esto se produce debido a que las continuas dilataciones y contracciones a las
que se ven sometidos los componentes de la unidad de disco desembocan, en muchos
casos, en pérdidas de información en los ordenadores.
Esta avería, denominada 'descompensación térmica', se debe a la pérdida de
ajuste entre las estructuras físicas y lógicas de las unidades de disco. El
fallo se da cuando se produce un desequilibrio entre los sectores que intentan
leer las cabezas lectoras y la posición en la que éstas se encuentran.
Entre los problemas más comunes provocadas por las altas temperaturas figuran
las averías del cabezal lector, que impiden el acceso a la información y
representan el 47 por ciento del total; las averías de platos (2,4 por ciento);
la electrónica (31,3); y los fallos del motor del disco duro (19,3).
Para evitar este tipo de problemas, el director general de Recovery Labs, Galo
Mateos, recomendó emplazar los equipos informáticos en lugares que no estén
sujetos a cambios bruscos de temperatura y regular el aire acondicionado en las
oficinas y centros de trabajo.
En el caso de que el ordenador sufra esta descompensación térmica, Mateos
aconsejó ponerse en contacto con un servicio especializado en recuperación de
datos para evitar un "agravamiento de la avería".
Averías más comunes causadas por las altas temperaturas
La descompensación térmica afecta a los discos duros de maneras diferentes.
Entre los problemas más comunes encontramos:
Cabezal Lector
Son aquellos que se producen en cualquier componente del cabezal lector y que
imposibilita el acceso a la información. Estas averías pueden ser de varios
tipos en función de su ubicación y representan el 46,98% del total, debido al
gran número de componentes que integran el cabezal lector.
Platos
Las averías de platos pueden deberse a múltiples causas, por ejemplo deformación
física de los mismos, desprendimiento del material que recubre la superficie,
pérdida de propiedades magnéticas,… Este tipo de problemas representan
aproximadamente el 2,4% de las averías en los discos duros.
Electrónica
Las altas temperaturas también afectan a los componentes electrónicos de los
discos duros, causando problemas en el funcionamiento físico de los mismos. Las
averías de tipo electrónico también pueden producirse por un suministro
incorrecto de energía, causando un cortocircuito en la placa controladora que
imposibilita el acceso a la información. El problema más habitual lo constituyen
los picos de tensión. Las averías de discos duros correspondientes a este
apartado representan un 31,32% sobre el total de averías.
Motor del disco duro
Estas averías afectan al correcto giro de los platos o a la simetría del disco
duro y que implica directamente un mal funcionamiento del disco. Los problemas
más comunes que presentan son las bobinas del motor comunicadas y los
rodamientos dañados
Aproximadamente un 19,3% de las averías de los discos duros se producen en el
motor.