El joven Daniel T.H., de 28 años, fue juzgado por un delito contra los sentimientos religiosos, por haber colocado en noviembre de 2002 en su página "Sevilla 69" unos documentos titulados "Esperanza de Triana" de claros "tintes obscenos y de índole sexual", según la acusación.

Dicho texto iba acompañado de otro titulado "Jesucristy en el destina" y de unas imágenes de la Virgen con un pene en la mano y con un semáforo atravesándole el pecho.

D.T.H. alegó en el juicio, celerbrado el pasado 16 de febrero, que incluyó el texto porque "estaba en la línea" de los contenidos "iconoclastas" y "rebeldes" de su sitio web, y aludió a su "libertad de expresión"  y  su derecho a "atacar todas las religiones y sectas", haciendo constar que su intención no fue la de ofender a la Hermandad.

Argumentó, además,  que no tenía intención de ofender a nadie, por lo que cuando la Junta de Gobierno de esta Hermandad de Semana Santa de Sevilla se lo pidió, retiró los textos y se disculpó.

Agentes de la Policía Nacional especialistas en delitos informáticos, que estaban citados como testigos en el caso y cuya ausencia provocó la suspensión en diciembre de la vista, resaltaron la "colaboración" que el acusado mostró desde que supo de las quejas de la Hermandad, añadiendo que "siempre" ha reconocido que el artículo había sido incluido en su sitio web.

El Ministerio Público decía que se podían en el texto leer frases como "?te hubiera molestado menos si hubiera puesto a la Monalisa con una polla al lado en vez de la estatua de la Esperanza de Triana?" o "y la noche pasada volví a ver a mi Esperanza de Triana, pero esta vez en un sueño erótico orgásmico, con un pene sujeto a una correa".

Al joven se le comunico ayer la imposición de una multa de ocho meses con cuota diaria de 6 euros, lo que equivale a 1.440 euros, por debajo de los 1.800 euros pedidos por el fiscal, basandose en un articulo del Codigo Penal que prevé penas para aquellos que, "para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican".

El juez desestimo la petición de absolución que hizo la defensa, por entender que el caso debió enfocarse como una "profanación" de imágenes sagradas, y no como un escarnio de una determinada religión.

La acusación particular que ejerce la Hermandad afectada retiró en el juicio su anterior imputación por un delito contra la propiedad intelectual y lo dejó reducido a una ofensa contra los sentimientos religiosos, por lo que retiró su primera petición de un año de cárcel y el pago de una indemnización de 12.000 euros.