Agencias - El español Ubeda, miembro del Proyecto Reflex internacional sobre
los efectos de los campos electromagnéticos de ambientes urbanos
industrializados sobre las células, se manifestó así después de onocerse
que un teléfono móvil para niños ha sido retirado del mercado en el Reino Unido
tras divulgarse un estudio que advertía del posible riesgo que implicaba para la
salud de los más jóvenes.Según Ubeda, en estos momentos no existen evidencias
de que la utilización de esos aparatos entrañe daño para la salud de las
personas, pese a que ello no implica, precisó, que puedan aparecer datos en
futuras investigaciones que demostraran que pueden ser nocivos, puesto que los
investigadores "no sabemos todo" en ese ámbito.
Por ello, en su opinión, lo recomendable sería que se protegiera a los niños
frente a ese tipo de aparatos con el control de un uso razonable de los mismos,
y asimismo comenta que, entre los adultos también parece aconsejable que se
minimice su exposición al teléfono móvil.
Como estrategias aconsejables, el experto propone, por ejemplo, un mayor uso
de los aparatos de manos libres en sustitución del móvil puesto que ese tipo de
teléfonos están relacionados con "la mayor fuente de exposición no ionizante".
Asimismo, Ubeda recomienda evitar las zonas de mala cobertura telefónica
puesto que, en ellas el móvil requiere mayor potencia para contactar con la
estación base y la señal es más intensa.
Otra de las sugerencias de Ubeda es esperar unos segundos antes de contestar
la llamada del móvil para eludir así el "pico máximo" de ondas.
Los participantes en el Proyecto Reflex, cuyos resultados fueron
recientemente enviados a la Comisión Europea, iniciaron sus estudios sobre
campos electromagnéticos de ambientes urbanos industrializados sobre las células
usando material de laboratorio en el 2000.
En ese proyecto, desarrollado por doce equipos de siete países, entre ellos
España, se analizaron dos tipos de campos.
Por un lado, las bajas frecuencias, es decir iguales o inferiores a cincuenta
herzios, que son las que emiten los ordenadores o las líneas de alta tensión; y
por otro, las altas, iguales o por debajo de un gigaherzio, que son las
microondas de la telefonía móvil, tanto de las antenas repetidoras como de los
aparatos. |