En una publicación dedicada a "La actividad de las Administraciones
Públicas en el sector de las telecomunicaciones", el regulador advierte de
que los operadores públicos "no deben realizar sus actividades de manera que
establezcan barreras de entrada" a los competidores privados "ni provoquen la
salida del mercado de éstos por la imposibilidad de competir en igualdad de
condiciones". La CMT subraya que hay que evitar que las Administraciones
se aprovechen de la autofinanciación pública para ofrecer, por ejemplo, acceso a
Internet mediante tecnología inalámbrica Wi-Fi "a precio inferior al
necesario para asegurar la rentabilidad del negocio".
Estas advertencias se producen después de que el regulador se haya visto
obligado a expedientar recientemente a varios ayuntamientos por prestar servicio
Wi-Wi gratuito sin contar con autorización previa. De hecho, la Comisión
explica en su publicación que la intervención de las Administraciones en el
mercado de las telecomunicaciones es un fenómeno se ha acelerado con la
irrupción en el mercado de tecnologías como Wi-Fi. Los ayuntamientos de Atarfe
(Granada) y Ponteareas (Pontevedra) fueron expedientados por la CMT la pasada
primavera por ofrecer a sus ciudadanos, sin autorización, acceso gratuito a
Internet mediante Wi-Fi. Las iniciativas de los ayuntamientos de Atarfe y
Ponteareas provocaron las denuncias de Atarfe TV y de la propietaria de un ciber-café
del municipio gallego, al entender que la prestación de un servicio público de
Wi-Fi gratuito entorpecía la libre competencia de mercado. Los riesgos
implícitos en la prestación de este servicio por parte de las Administraciones
Públicas se ve acrecentado por el hecho de que el Wi-Fi es capaz de
"sustituir en cierta medida" a otras tecnologías de acceso a Internet más
"tradicionales", como el cable, el ADSL o el LMDS, "de forma rápida, económica y
con calidades y prestaciones equiparables a las ofrecidas por los operadores
establecidos". Este problema podría agravarse con la próxima llegada del
Wi-Max, una tecnología inalámbrica de funcionamiento similar al Wi-Fi, pero que
ofrecerá un ancho de banda muy superior y un alcance de hasta 50 kilómetros.
La CMT advierte de que el artículo 8.4 de la nueva Ley General de
Telecomunicaciones le da potestad para imponer a los operadores públicos
"condiciones especiales" cuando su actuación ponga en peligro el
mantenimiento de la competencia efectiva.
El regulador asegura que "es fácil imaginar" que una Administración caiga
en la "tentación de imponer precios públicos o, en todo caso, precios más bajos
de los que aplicaría un inversor
privado", lo que en su opinión podría "dificultar o impedir la inversión
eficiente y la innovación tecnológica". Añade que "hay que tener en
cuenta que el inversor privado necesita, al menos, amortizar su inversión
inicial".
Según el regulador del mercado, la prestación de un servicio con carácter
gratuito o a precio inferior al que establecería el mercado es un "caso claro
de financiación pública de la actividad, ya que la Administración no estaría
recuperando los gastos generados por la prestación del servicio". Las
previsiones realizadas por las principales consultoras especializadas, recogidas
en un estudio elaborado hace unos meses por el Grupo de Análisis y Prospectiva
del sector de las Telecomunicaciones (GAPTEL), promovido por la entidad pública
empresarial Red.es, apuntan a una "explosión" de la tecnología Wi-Fi a
partir de este año. Pyramid Research preveía que el número de usuarios de Wi-Fi
en todas sus formas (puntos de acceso públicos y privados) podría alcanzar en
todo el mundo los 700 millones de personas en 2008, mientras que Gartner
vaticinaba hace unos meses que el número de hot-spots (puntos de acceso)
públicos alcanzaría los 150.000 en 2005 En Europa, IDC espera que los ingresos
de los hot-spots (puntos de acceso instalados en lugares públicos) alcanzarán en
2007 los 1.400 millones de dólares (1.077 millones de euros al cambio actual).
El operador de referencia en España, Telefónica, cerró el pasado año con un
total de 350 puntos de acceso de banda ancha a Internet con tecnología
inalámbrica Wi-Fi, lo que supone incrementar en casi siete veces el número de
zonas de cobertura operativas al cierre del ejercicio anterior. El fabricante
de microprocesadores Intel, que también comparte las previsiones que apuntan una
"explosión" de esta tecnología, tiene verificados tecnológicamente en España un
total de 1.000 puntos de acceso públicos, de los que cerca de 25.000 existentes
en Europa. |