El adware es uno de los malware (amenazas) más difundidos en Internet, el que
en términos simples consiste en una aplicación diseñada para mostrar al usuario
publicidad no solicitada. Todos hemos sido víctimas, más de una vez, de los
ataques o más bien de la lluvia de publicidad que inunda el correo electrónico,
sin que sepamos cómo dieron con nuestra dirección o cómo notaron qué productos
nos gustaban.
Sin embargo, es conveniente aclarar que originalmente “el adware es una fórmula
de licencia para el uso de programas, en la cual se oferta el uso de la
aplicación con el único costo de visualizar una serie de mensajes
publicitarios”. Muchas veces, sin embargo, estos programas reúnen información
acerca de los hábitos de navegación del usuario, las páginas visitadas o el
inventario de las aplicaciones instaladas en el equipo, con el fin de enviar y
vender dichos datos a empresas de publicidad en Internet.
En otras ocasiones, muchos adware también se instalan de forma oculta en el
computador o bien pidiéndole permiso al usuario en forma casi “escondida”, al
mostrarle mensajes intercalados entre las pantallas de instalación de otros
programas. De esta manera, la persona da su “consentimiento” para la instalación
del adware, sin fijarse realmente en lo que está haciendo.
Una vez que un adware se instaló en un sistema, se conecta a un servidor que le
indica los anuncios que tiene que mostrar. Para ello, mientras el usuario se
encuentra navegando por Internet, el adware abre una conexión con la máquina
remota para, acto seguido, abrir una ventana publicitaria ante los ojos del
usuario. En muchas ocasiones, éste no sabe si el pop-up corresponde a la página
que está visitando, o si tiene algún adware instalado en el sistema. De por sí,
este proceso ya es perjudicial para el usuario, ya que estas consultas al
servidor bajan la velocidad de la conexión a Internet.
Además, muchos se instalan en combinación con programas espía o spyware, que
recogen estadísticas relacionadas con los hábitos de navegación del usuario que
son enviadas al servidor. De esa manera, se selecciona el tipo de publicidad que
después el adware muestra a cada usuario. Así, por ejemplo, si se trata de un
aficionado a las plantas, con mucha probabilidad, verá anuncios relacionados con
la venta de flores. Evidentemente, se trata de una intrusión en la privacidad
que no debe ser consentida.
Un caso de cómo funciona un programa es el de Twain-Tech. Se instala en los
sistemas como “pago” por el uso de una determinada aplicación y, cada cierto
tiempo, muestra ventanas emergentes publicitarias cuando el usuario navega por
Internet. Sin embargo, los anuncios que muestra a cada persona dependen de los
datos que recoge en el sistema y que informan sobre las páginas web visitadas,
el tipo de conexión, o las búsquedas realizadas. Además, puede descargar otros
programas spyware y adware, como Alchemy y Xplugin, BetterInet, entre otros.
Evitar el adware
“Lo ideal es que un computador cuente siempre con el uso de una protección
adecuada y así evitar que este tipo de código malicioso se instale en el equipo.
Además, debemos tener en cuenta que estos programas proporcionan un alto
beneficio económico a sus autores, pues las empresas pagan para que sus anuncios
sean vistos por los usuarios, sin que éstos solicitaran o consistieran la
“invasión” de publicidad. En consecuencia, aparecen nuevos y cada vez más
sofisticados adware”, enfatiza el gerente general de Panda Software Chile, Luis
Valenzuela.
La mejor solución es instalar un software antimalware en el sistema y
actualizarlo con frecuencia. De esa manera, se evita la entrada de adware, sea
cual sea su fuente de origen. También es muy recomendable el uso de firewalls,
que evitan la salida o entrada de datos en el sistema a través de puertos de
comunicaciones desprotegidos.
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