Lo que se iba a convertir en unas relajantes vacaciones acabó en un susto. Un grupo de estudiantes japoneses terminó con su coche en el mar después de seguir las indicaciones de su GPS para llegar a la isla North Stradbroke, en Australia. El GPS se olvidó de mencionar los 15 kilómetros de agua y lodo que separan el continente y la isla.
La utilización de dispositivos de navegación en los coches pueden ser muy útiles para llegar a cualquier destino. Sin embargo, no lo son tanto cuando o bien no cuentan con rutas actualizadas o dediden enviar a los conductores por “caminos alternativos” al redireccionar una ruta, en caso de accidente u obras. Sin embargo, lo que les ocurrió a un grupo de estudiantes japoneses va más allá de perderse.
El GPS de su Hyundai, coche alquilado para su viaje por Australia, decició que la ruta más corta para llegar a la isla North Stradbroke era por mar… pero con el coche incluido. Según recoge el diario The Readline Times, el navegador determinó que el camino más directo para conducir a la isla era la línea recta, donde por supuesto existía una carretera. Sin embargo, la marea en ese momento jugó una mala pasada a este grupo de estudiantes que tuvieron que dejar el vehículo de alquiler en pleno fango y salir andando del lugar.
Uno de los estudiantes explicó: el GPS indicaba que “podíamos conducir por ahí. El dispositivo aseguraba que nos dirigíamos hacia una carretera, pero nos quedamos atrapados en un monton de barro”.
Los tres estudiantes japoneses han tenido que pagar 1.500 dólares (unos 1.137 euros), pese a que el coche estaba asegurado, en concepto de cargos extra.
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