Según revelaron varias fuentes a The Verge yNeowin, Microsoft realizó un evento interno esta semana, tras la publicación de los resultados financieros del último trimestre, para analizar la situación con los empleados y motivarles en su trabajo.
Steve Ballmer, presidente ejecutivo de la compañía, encabezó el encuentro, que tomó la forma de una reunión abierta a preguntas.
Ahí, Ballmer habría reconocido las malas ventas del equipo Surface RT, afirmando que "Construímos más Surface de las que podíamos vender". El fracaso del equipo, lanzado en octubre de 2012, provocó un descuento de US$ 900 millones en las ganancias del último trimestre. El equipo recibió un importante descuento en todos los países donde se está vendiendo.
Aún con esos resultados, la empresa sigue trabajando en nuevos equipos Surface. Durante el evento, se indicó que las nuevas Surface ya están en pruebas internas en Microsoft, explicando que se trata de "mejoras incrementales", lo que correspondería a una actualización de componentes (en el caso del equipo Surface Pro, se sumarían los nuevos procesadores Haswell de Intel, que permitirían un mejor rendimiento de batería).
Ballmer también reconoció que "no estamos vendiendo tantos equipos Windows como queremos", lo que se aplica a Windows 8 (que ha tenido una lenta aceptación) y Windows Phone. La compañía espera que esta situación mejore con la llegada de más equipos touch al mercado de computadores y con mejor posicionamiento en tiendas de retail.