Redacción y Agencias.- Unos 85.700 empleados en este ámbito en los
EEUU proceden de la UE, es decir, uno de cada 10 trabajadores extranjeros en
ciencia y tecnología. Un dato recogido por
el
tercer informe europeo de indicadores en ciencia y tecnología 2003, que publicó
la Unión Europea.
Los
"Quince" generan cada año más recursos humanos en ciencia y tecnología
que EEUU y Japón (2,14 millones de graduados europeos en 2002, frente a 2,07
millones en EEUU y 1,1 en Japón).
Sin
embargo, el mercado laboral europeo no es capaz de absorber tantos
científicos s generados en sus universidades, pero también aquí hay diferencia
entre unos países y otros. Los nórdicos, que han conocido un despegue
espectacular en la última década, dedican a investigación mayores porcentajes
del PIB que EE UU y Japón. La falta de incentivos para dedicarse a la ciencia es
particularmente dramática en España, donde se dan los peores porcentajes de
doctorados en ciencias de la UE, junto con Italia, Portugal y Holanda.
En este punto, España es una destacada muestra del endémico problema europeo:
la falta de alicientes para dedicarse a la investigación y un
déficit en la oferta de puestos de trabajo para la población con alto nivel
educativo,superada ampliamente incluso por Portugal y Grecia.
"Europa es la factoría de cerebros más importante del mundo",
destacó el comisario de Investigación, Philippe Busquin. "Sin embargo, las
otras dos grandes áreas científicas, EE UU y Japón, ofrecen muchas más
posibilidades de empleo, con porcentajes mucho más altos de investigadores, lo
que ha agravado la fuga de cerebros".
La inversión atrae a los cerebros
Son Japón y los EEUU, principalmente este último, el destino
deseado por muchos de los doctores preparados por las Universidades europeas.
Las facilidades a la investigación y los mayores recursos que se destinan son un
buen aliciente para estos "cerebros" que no tienen que lidiar con la tacañería
de los presupuestos que en muchos de los países se destinan a I+D y, además,
como en España, a sufrir importantes retrasos en el cobro de las cantidades
pactadas y aprobadas.
Mientras que Japón dedica el tres por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB)
a I+D, y EEUU el 2,8 por ciento, la UE destinó en 2000 un 1,9 por ciento.
La excepción
europea de esta tendencia la representan Suecia y Finlandia, cuyo gasto en I+D
representa el 3,65 y el 3,4 por ciento de su PIB, respectivamente.
España, con un gasto del 0,96 por ciento del PIB, se sitúa a la cola de los
Quince, sólo por encima de Portugal (0,75) y Grecia (0,67).
Además, es el único país que dedica un tercio de su
inversión en I+D a Defensa, aumentándolo año tras año. Una
tendencia totalmente contraria a la que preconizan los catorce socios restantes
que cada año lo lo mantienen o reducen.
La mayor inversión de I+D a Defensa
Con los últimos datos comparables de que dispone la Comisión Europea, el
informe destaca cómo en el año 2000 un tercio de la inversión pública española
teóricamente destinada a I+D va a Defensa. Sólo supera tal proporción el Reino
Unido (32,8%), mientras que Francia ha reducido en la
última década del siglo XX su inversión en este terreno y proporcionalmente está
por detrás de España, aunque en cifras absolutas siga muy por delantes.
Sin embargo, son los Estados Unidos, el país que destina
mayor proporción de su inversión de I+D a defensa, el 54,1%.
"En 2000", señala el informe, "cuatro países, Reino Unido, Francia, Alemania
y España, sumaban casi el 97% (8.900 millones de euros) del total de los
presupuestos de la UE en I+D militar". En cifras absolutas España dedicó 1.264
millones de euros, casi tanto como Alemania (1.308).
Inversión I+D en Defensa |
Reino Unido |
3.340 millones de euros |
Francia |
2.960 millones de euros |
Alemania |
1.308 millones de euros |
España |
1.264 millones de euros |
Estos cuatro
países representaron en 2000 el 97 por ciento del total que en la UE
se gastó en investigación militar |
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La inversión pública lídera la investigación
El comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, destacó en un
comunicado la "urgencia de alcanzar el objetivo acordado en el Consejo
Europeo de Barcelona en 2002 para elevar el gasto en I+D en la UE hasta cerca
del 3 por ciento del PIB para 2010".
Busquin subrayó la necesidad de debatir cómo "los presupuestos para
investigación de los gobiernos pueden estimular mejor las inversiones privadas".
En esta linéa propondra un calendario detallado a los países miembros
para que aumenten el nivel global de las inversiones en I+D, así como la
contribución del sector privado.
Si la tendencia actual se mantiene y no hay cambios significativos, la UE no
dedicaría más del 2,3 por ciento del PIB a estas inversiones en 2010, según el
mismo comunicado.
Para Bruselas, la principal razón de este débil porcentaje es la menor
contribución del sector privado en comparación con otras regiones.
La media europea señala que el 56,3 por ciento de la inversión total en I+D en
2002 procede de la industria privada, mientras que ese porcentaje alcanza el
72,4 por ciento en Japón y el 66,2 por ciento en EEUU.
Finlandia, Suecia y Alemania superaron, no obstante, el porcentaje
estadounidense, con un 70,3; 67,8 y 66,6 por ciento, respectivamente.
La inversión de la industria en España cubrió el 49,7 por ciento del gasto total
en I+D, por encima del Reino Unido (49,3 por ciento) e Italia (43 por ciento),
entre otros.
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