Angel Cortés - ¿Quien no recuerda a "Belter", "la voz de
su amo", "DECCA", "Philips phonogram", y muchos sellos más que hoy ya no se
encuentran en el mercado o no son más que "marcas" con los que se comercializan
o reeditan viejos titulos, con una dependencia total de una de las cuatro majors
del mercado: Universal, Emi, Warner y BMG.
La mayoría de los sellos discográficos nacieron del impulso de pioneros que
poseian sus propios estudios de grabación. Los fabricantes de "tocadiscos" y
luego de cintas de cassette, fueron los primeros en fijar su atención hacía ese
mercado, comprando sellos clásicos que complementaban su oferta y diversificaban
su red de ventas.
Philips y otros fabricantes construyeron los primeros grandes sellos
transnacionales al ir adquiriendo poco a poco los fabricantes nacionales.
La pujanza de los grupos multimedia y la crisis del sector del
"electrodoméstico" propiciaron la llegada de estos nuevos empresarios al sector.
Era un complemento ideal para su diversificada red de empresas: TV, radios,
revistas y periódicos. Además, el marketing mix que se producía desde ese
entorno, promocionando los grupos de sus sellos, facilitaba enormemente la
popularidad de algunos artistas y su salto a la fama.
La llegada de Internet y su incapacidad para afrontar los retos de la
distribución electrónica junto al elevado endeudamiento de estos grupos: AOL,
Universal... pueden propiciar la llegada de una tercera generación de
empresarios: Los amos del chip.
Procesadores multimedia, Internet y "Banda ancha", dispositivos de
reproducción, MP3, WMA, Quicktime, Real One... y lo más importante sistema
de protección de la autoría no son palabrejas extrañas entre estas empresas ni
significan inversiones multimillonarias para consultoras que no tienen ni idea
(aunque sus facturas muestren todo lo contrario) del devenir de la tecnología.
Controlan la fontanería de la red y saben como sacar provecho de ella y lo más
importante como revertir sus distintos negocios entre sí. Lo mismo que en su
época sucedió con los fabricantes de fonógrafos o después con los multimedios.
Si consiguen dar ese salto, el siguiente será la industria cinematográfica ...
tan endeuda como la discográfica y con semejantes problemas en un mundo que esta
cambiando y donde el analógico pasara a convertirse en digital. Solo es cuestión
de tiempo.