Los chinos de más edad dicen que a los chicos que van al
colegio les resulta particularmente fácil de entender el mundo creado por
Rowling. Harry Potter es hijo único, como casi todos sus fans en China, cortesía
de la política de un solo hijo estrictamente implementada en las grandes
ciudades donde el pequeño mago es más popular: Beijing, Shanghai y Guangzhou.
No es de extrañar así que en ese país el arte de la copia de los libros de
Potter haya alcanzado nivel inimaginables, como la edición de nuevos titulos que
nunca han sido escritas por la autora original.
En el Capítulo 1, un grupo de artistas chinos no sólo roba cientos de miles de
ejemplares de los cuatro volúmenes de J.K. Rowling sobre el pequeño mago de
anteojos. Estos artistas también escriben tres libros más sobre Harry, bajo el
nombre de Rowling. Sí, el quinto, el sexto y el séptimo, sólo que en chino.
En el Capítulo 2, Harry contraataca. La primera editorial china involucrada en
esta operación llegó a un acuerdo con los abogados que representan a Rowling y a
Warner Brothers. La editorial Bashu aceptó pagar una multa de 2.500 dólares y
publicar una disculpa en el China''s Legal Times por imprimir y distribuir una
novela que Rowling nunca escribió. Los libros de Harry Potter falsos publicados
por editoriales ilegales (Harry Potter y el camino del leopardo hacia el dragón,
Harry Potter y la tortuga dorada y Harry Potter y el jarrón de cristal)
empezaron a circular hace unos meses por lo menos en diez ciudades de toda
China, según Wang Rui, encargado del área de derechos de propiedad intelectual
en People''s Literature, la casa estatal que publicó la versión autorizada.
Una investigación indicó que había más de un novelista involucrado. En uno de
los libros falsos, aparece Gandalf, el mago de El señor de los anillos, de J.R.R.
Tolkien. Harry y su compañera Hermione se enamoran. En otro, Harry recorre
lugares con nombres chinos.
No es la primera vez que los escritores chinos se adueñan de un tema occidental.
A mediados de los 90, Los puentes de Madison fue un éxito monumental entre las
mujeres chinas. A tal punto que apareció en China un segundo libro escrito por
un autor anónimo.