La Comisión, que investiga desde el año 2000 a Microsoft, informo de que
había "conseguido pruebas adicionales que confirman (...) que Microsoft
amplía a los servidores de baja gama el poder que le confiere su posición
dominante en el sector de los ordenadores personales".
Al "vincular" su programa de acceso a los ficheros audio y vídeo Windows Media
Player con el sistema de explotación para ordenadores personales PC Windows, el
grupo estadounidense "debilita a la competencia, asfixia a la innovación y
reduce las posibilidades del consumidor para escoger", según el Ejecutivo
europeo.
Para resolver los problemas planteados en materia de competencia, Bruselas
propuso, entre otras cosas, "disociarlo" de su sistema de explotación Windows.
Este esquema "obligaría a Microsoft a comercializar una versión Windows que
no contenga Windows Media Player", explicó la Comisión en un comunicado.