Los candidatos a la Presidencia de EEUU han sacado a la red la
artillería pesada para hacerse con la victoria en las elecciones de noviembre,
con vídeos como "La coalición de los temerosos", que se presentó en la web de
Bush (www.georgewbush.com).
El vídeo -que el Partido Republicano envió por correo
electrónico a seis millones de simpatizantes y ahora ha retirado de la web de
Bush- arremete contra Kerry, otros prominentes demócratas como Al Gore o Howard
Dean e incluso el cineasta Michael Moore, director del controvertido filme
Fahrenheit 9/11.
Este "webmercial" de 87 segundos, que comienza con el mensaje
"Los rostros del partido demócrata de John Kerry", muestra en dos ocasiones la
imagen de Adolf Hitler pronunciando una arenga en alemán.
Bush comenzó a atacar a su rival en febrero con un vídeo
titulado "Sin principios", en el que criticaba los favores con los que Kerry
supuestamente agradece las contribuciones a su campaña.
Mientras, en la web del Comité Republicano Nacional (www.gop.com)
se puede jugar al "Kerryopoly", una peculiar versión del clásico Monopoly en la
que se salta por las numerosas propiedades del demócrata (la mayoría
pertenecientes a su mujer, heredera del imperio de la salsa Ketchup gracias a su
primer matrimonio).
El "Kerryopoly" también refleja algunos gastos del acaudalado
senador por Massachusetts, como un corte de pelo por mil dólares, una bicicleta
de montaña por ocho mil o los derivados de sus paseos en su imponente yate.
Los republicanos también lo ridiculizan con cómics con un
delgadísimo Kerry con aspecto de lagartija embutida en un esmoquin.
Los demócratas, por su parte, tampoco se han quedado cortos.
La web de campaña de Kerry (www.johnkerry.com) incluye, por
ejemplo, el vídeo "Se ha acabado el tiempo", en el que un contador electrónico
cuenta las promesas que Bush ha incumplido según pasan los días.
Otro "webmercial" de un minuto titulado "El primer presupuesto
de Bush" utiliza animación por ordenador para mofarse de los planes
presupuestarios de Bush, que aparece como un colegial en apuros para resolver
unas sencillas sumas y restas.
Estos vídeos, la mayoría un alarde de creatividad, indican que
Internet no solamente sirve para movilizar a los constituyentes o recaudar
fondos, sino también para cambiar la arena electoral.
El ciberespacio es mucho más barato que la televisión, los
anuncios pueden ser todo lo largos o cortos que se deseen y no están sometidos
al escrutinio de los directivos de los canales de TV ni, aparentemente, de las
leyes de campaña.
"Haces un anuncio, lo colocas en tu página web y no tienes que
pagar por un espacio en la televisión", señaló a "Los Angeles Times" Carol Darr,
directora del Instituto para la Política e Internet de la Universidad George
Washington.
"Si es lo suficientemente escandaloso, también lo recogerán los
medios tradicionales", agrega Darr.
A ello se suma otra ventaja: los anuncios en Internet no
requieren que los candidatos den explícitamente su aprobación, a diferencia de
lo que ocurre en los medios tradicionales donde, en virtud de una ley promulgada
el año pasado para reducir la animosidad, deben suscribir la publicidad de sus
campañas.
Esto último, no obstante, podría cambiar pronto, ya que dos
senadores, uno republicano y otro demócrata, propusieron el mes pasado una
medida para que estas regulaciones también se apliquen a las web.
Mientras tanto, los candidatos previsiblemente continuarán
tirándose los trastos a la cabeza por Internet. La red está que echa chispas. |