Todas las entidades de gestión que operan en España, colectivos de músicos,
editores, escritores, actores y actrices, coreógrafos, empresas culturales y
profesores universitarios, hasta un total de 129 asociaciones y personalidades,
han unido sus fuerzas para suscribir el manifiesto La remuneración por copia
privada, una cuestión de justicia. El documento argumenta en ocho puntos la
postura de los firmantes en defensa de la remuneración compensatoria que se
aplica en los soportes digitales vírgenes, como los CD-R y los DVD-R.
Estos colectivos, que representan a varios cientos de miles de creadores y
asalariados, pretenden combatir así la “situación de desprecio hacia los más
elementales derechos de los trabajadores de la Cultura” que han propiciado en
los últimos meses los llamados grupos “anti-canon”. Los firmantes también
repudian la “insólita” postura del Partido Popular en el Senado, “que
le hace un flaco favor al mundo de la cultura” al promover una proposición
de ley contra el canon
Los respaldos al manifiesto están encabezados por todas las entidades de
gestión colectiva de derechos intelectuales. A la nómina se suman catedráticos
universitarios, federaciones y sindicatos de actores y actrices, asociaciones
de escritores y periodistas, uniones de artistas visuales, compositores de
todas las adscripciones y procedencias geográficas, profesionales de la danza,
Fundaciones de prestigio, organizaciones no gubernamentales y un largo
etcétera.
Los firmantes recuerdan que la remuneración por copia privada es un concepto
vigente en Europa desde hace más de 40 años y regulado con toda normalidad en
la legislación española desde 1987. Además, ponen de manifiesto que los
soportes analógicos “han desaparecido casi por completo del mercado” y
que la remuneración aplicada a los formatos digitales “es aún más económica
que la analógica”. De hecho, según constata el documento, el canon español
figura entre “los más bajos de toda Europa”; con tarifas muy inferiores,
por ejemplo, a los casos francés e italiano.
El manifiesto deplora el “ejercicio de intoxicación” que supone entremeclar
el canon por copia privada con la piratería musical, dos conceptos que “nada
tienen que ver”. Además, se hace hincapié en la importancia de la
remuneración compensatoria para financiar actividades de carácter asistencial y
cultural, una exigencia de la propia ley que está permitiendo sufragar ayudas a
artistas jóvenes, pensiones para creadores en situación de quebranto económico
o acciones formativas de todo tipo.
En su séptimo punto, el documento recuerda que son los fabricantes e
importadores de discos vírgenes quienes, según la ley, deben satisfacer la
remuneración por copia privada. El texto apunta que las ventas de CD-R en
España han pasado de 78 millones de unidades en 2001 a 242 millones en 2004, el
mismo periodo en el que el mercado de discos originales descendió de 80 a 49
millones de ejemplares.
Así las cosas, las 129 entidades que rubrican el manifiesto denuncian el
nulo “respeto al mundo de la cultura” que han demostrado los colectivos más
críticos contra esta remuneración. Estas personas que “arremeten por
sistema” contra los derechos de autor y de propiedad intelectual, concluye
el documento, “demuestran un escaso aprecio por la cultura, una de las
principales fuentes de riqueza intelectual y económica” con que cuenta el
país. |