Agencias - Ante las noticias de proliferación de virus para este tipo
de dispositivos, Fernando de la Cuadra, editor técnico internacional de Panda
Software comenta que "no creo que haya nada de extraño en esta proliferación
de códigos, era lógico que tarde o temprano aparecieran. Como norma básica en
el mundo de la seguridad, donde haya un sistema programable, pueden crearse
códigos maliciosos. Y mucho más en un sistema tan complejo como una consola de
videojuegos, en el que no solamente hay un sistema operativo completo, sino
documentación para desarrolladores".
Sin duda, dice, en poco tiempo se incrementarán los códigos de este tipo,
"pero siempre queda la tranquilidad de que es muy poco probable que puedan
propagarse".
Afirma que las consolas de videojuegos no son sistemas abiertos en los que
cualquiera pueda introducir nuevo software, como sucede en una PC: "éstas
están pensadas para adaptar su funcionamiento a las necesidades del usuario
mediante la instalación de programas con diferentes fines, mientras que una
consola de videojuegos se ha diseñado desde el origen para una única función:
jugar".
De la Cuadra precisa que aunque en las consolas de última generación se
utilizan dispositivos de comunicación muy comunes, como el memory stick o las
conexiones USB, IrDA y Wi-Fi, no es tan sencillo "hurgar" en ellos.
Asimismo, sostiene que el software desarrollado para las consolas está
diseñado para que cause la menor cantidad posible de problemas.
De la Cuadra advierte que si algún usuario resultara infectado, se debería a un
engaño, "es decir, que le hagan instalar un software de manera
malintencionada y sin decirle qué es lo que va a hacer ese software".
"Podemos, si acaso, pensar en una posibilidad más teórica: la descarga de
un software a través del vínculo inalámbrico que ofrecen las nuevas consolas.
Una descarga involuntaria de software a través de esa conexión puede suponer una
infección", comenta.
Para que esto no suceda, De la Cuadra recomienda que el software que se
incorpore a la consola sea siempre original y certificado por el creador del
juego o de la maquina. |