La alarma saltó a las pocas horas de ser lanzada la nueva videoconsola de
Microsoft. Algunos de los primeros poseedores de la Xbox 360 decian que esta se
reseataba al cabo de unos minutos de estar en marcha y la noticia corrió como la
pólvora entre los foros y páginas especializadas en videojuegos.
Poco después se conocía que el fallo se debía a la fuente de alimentación del
equipo al provocar un sobrecalentamiento que dejaba "colgada" a la videoconsola.
Microsoft reconoció finalmente que posiblemente algunas consolas podían tener
algún fallo debido a la estructura del equipo aunque aseguro que el
sobrecalentamiento que se producia no causaba ningún daño a la consola.
Ahora el sitio especializado "endagdet.com" asegura que el sobrecalentamiento
afecta a un 3% de las consolas que se encuentran en el mercado. Una cantidad
pequeña pero importante si se tiene en cuenta que la multinacional informática
ha depositado en la Xbox 360 grandes esperanzas para arañar terreno a la PS de
Sony y que este tipo de fallos en nada benefician esta estrategia. |