Un viaje en avión Madrid-Barcelona dura apenas 55 minutos, sin embargo en
este tiempo hemos recorrido 600 kms, el clima es totalmente distinto y por si
fuera poco hemos volado a una gran altura. Este es uno de los viajes más
habituales entre los ejecutivos españoles y tras el "ida y vuelta" muchos
experimentan una leve sensación de cansancio.... imaginaros cuando hablamos de
viajes de trece horas y miles de kilómetros desplazándonos de un continente a
otro.
Los viajes de negocios fatigan aún más. Las juntas, los recorridos y las
comidas con clientes llegan a producir tensión porque esta enfocado a cerrar un
trato, hacer buenas relaciones, conseguir un contrato. Pero he aquí algunas
recomendaciones útiles y prácticas
Los consejos
Para aminorar el cansancio, las cadenas hoteleras ofrecen a sus huéspedes
servicios de jazcuzzi, masajes, aromaterapia, amenidades, deportes acuáticos, y
para completar la jornada un feliz descanso en la habitación haciendo "zapping"
a través de las decenas de programas de la TV conectada al cable o satélite y
con una parrilla enorme de programas para todos los
gustos.
1. La flotación
Consiste en recostarse en una tina con agua caliente. Esta técnica libera la
tensión muscular profunda y genera una reacción en cadena que se extiende por
todo el cuerpo, considera Sharon Sedgwich, especialista en el arte del spa y una
experiencia de 20 años en este campo.
La terapeuta añade que esta sesión es tan relajante como dormir ocho horas, ya
que reduce sustancialmente la tensión nerviosa y muscular y estabiliza la
presión arterial.
2. Dormir
Está comprobado: nada como recostarse y rendirse al lujo de ocho o 10 horas de
sueño para lograr estabilidad en la mente, recuperar la vitalidad y sentirse
renovado.
3. Entretenimiento
Evite el aburrimiento y los pensamientos negativos, acompáñese de un libro, un
programa de TV, una película o escuche su música favorita.
4. El baño
Dé vuelta a la llave y llene la tina, o tome, tranquilamente, un baño de agua
caliente y obtendrá también beneficios y, sobre todo, comenzará a sentirse
revitalizado.
Quizá por esta razón, cuando se viaja al extranjero y se invierten más de ocho
horas en traslados ya sea carreteros o aéreos, los viajeros desean ir a su hotel
y bañarse.
Los japoneses son partidarios de esta idea, no se hospedan por ejemplo, en
ningún sitio que no cuente con jacuzzi o servicio de spa, debido entre otras
cosas, a su cultura de equilibrio y sus largas horas de viaje, así como a su
afán de recibir un buen servicio.
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