Hay además riesgos de lesiones retinianas, provocadas por los
efectos tóxicos de la radiación solar sobre las células de la retina. En este
caso, pueden ser lesiones irreversibles y conducir a una degradación
significativa, incluso total, de la visión.
Los oftalmólogos recomiendan utilizar gafas de soldador o las denominadas "gafas
de eclipse", que llevan una doble capa de polímero o mylar aluminizado. Estos
materiales se degradan con el tiempo, por lo que sólo deben utilizarse una vez.
Conviene asimismo tener en cuenta que las gafas convencionales no son adecuadas
y tampoco otros trucos, como el emplear un cristal ahumado o radiografías.
También se recuerda que las protecciones seguras no permiten utilizar
instrumentos ópticos; no es seguro, por ejemplo, emplear gafas de eclipse para
mirar por unos prismáticos, dado que se concentra la luz solar.
|
No se recomienda el uso de gafas
de eclipse para ver el transito de Venus |
|
El Planetario de Pamplona recomienda también la proyección de la
imagen del Sol |
|
Los astrónomos recomiendan una proyección
indirecta como la manera más segura para observar el paso de Venus por delante
del Sol. Con una proyección indirecta, la luz del Sol se proyecta en la pantalla
o en el pedazo de papel o cartulina y su resplandor se reduce.
El telescopio apunta al sol, pero no se mira a través del mismo. La luz del Sol
está suficientemente aumentada y Venus, que aparece como un punto blanco,
quedará tan intensificada que será visible sobre un papel o una cartulina.
Prismáticos modificados pueden usarse también para lograr una visión indirecta
de una manera similar, pero
Robert Walsh,
de la Universidad Central del Centro de Astrofísicas de Lancashire, en el norte
de Inglaterra, aconsejó no usar las denominadas gafas para
eclipses.
"El paso de Venus dura seis horas, frente a los dos o tres minutos de un
eclipse. Podría ocurrir que personas se quedaran mirando fijamente al Sol con
gafas para eclipses durante largos periodos de tiempo y estamos avisando para
que no haga eso", dijo Walsh.
"Nunca hay que mirar directamente
al Sol sin protección o algún equipo protector óptico -telescopio, prismáticos o
incluso una cámara digital-", insiste el experto, "Incluso
si se echa un vistazo al Sol por un reducido periodo de tiempo, pueden
producirse daños en los ojos y algo de pérdida de visión".
El astrónomo Mario Tafaya del Observatorio
Astronómico Nacional explica que para poder ver el tránsito es imprescindible un
telescopio con filtro certificado. "Es muy peligroso mirar al Sol
directamente o utilizar negativos velados o gafas de sol, porque no bloquean la
luz ultravioleta, y se pueden quemar los ojos", advirtió.
|