El Fondo de Solidaridad es una iniciativa del presidente de Senegal,
Abdulaye Wade, con la coautoría de la República Dominicana y Nigeria, cuya
finalidad es ayudar a salvar la brecha digital en los países emergentes. La
propuesta final fue totalmente distinta a la que se había venido manejando en
las discusiones previas declarando que este nuevo organismo, llamado Fondo de
Solidaridad Digital, recabará fondos a fin de salvar la brecha digital. La
participación en este fondo será voluntaria por parte de los países. Parte con
una asignación de seis millones de dólares y por el momento solo Francia, entre
los países desarrollados, ha mostrado su compromiso en integrarse a su
estructura. Otra novedad es que las aportaciones entregados por los países a
este fondo serán parte de los fondos generales para el desarrollo. "Las
posiciones de la Unión Europea y Estados Unidos son incoherentes. Los países
occidentales no quieren comprometer más dinero y se manejan con los mecanismos
de financiación existentes, que no son suficientes", lamentó Chantal Peyer,
de la organización no gubernamental suiza Pan para Todos.
"Ahora resulta que sólo los gobiernos de los países en desarrollo son
responsables de salvar la brecha digital. Parece que no hubiera noción de
cooperación y coordinación internacional", añadió.
Los países en desarrollo pedían un mandato claro para que la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) se hiciera cargo de la implementación y el control de la
financiación, pero los países occidentales, y en especial Estados Unidos, se
opusieron a cualquier compromiso concreto.
Las ONGs presentes en esta cumbre esperaban más y por el contrario reciben
una recomendación por parte de los países desarrollados: "Voluntarismo", algo
que según ellas ya vienen haciendo desde hace años.
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