Las operadoras ya han valorado el coste que les supone la navegación gratuita por la red aprovechando las redes Wifi abiertas: 160.000 euros al mes
El Wifi, que es ya el principal método de acceso al ciberespacio (según el Eurobarómetro lo tienen el 53 por ciento de los hogares ‘on line’), se ha convertido en un auténtico coladero que permite el uso indiscriminado de la señal si no se adoptan los convenientes protocolos de protección.
Hasta este punto podría entenderse que hablamos de picaresca, pero este tipo de prácticas conllevan también graves perjuicios para los abonados ‘legales’ y para las compañías proveedoras. Los primeros, porque observan cómo ‘inexplicablemente’ los diez megas contratados, y por los que pagan religiosamente todos los meses, se quedan en muchos menos. Y los segundos porque son clientes que dejan de captar.
Podemos hacer incluso algunas estimaciones que nos aproximan al coste económico del fraude. Esta forma de ‘choriceo’, que sufre un 10 por ciento de los internautas (así lo afirman expertos consultados), supone un pufo de cerca de 163.000 euros mensuales sólo en la provincia. Las cuentas son fáciles. En estos momentos hay en la provincia 40.800 viviendas provistas de Internet inalámbrico. Si el 10 por ciento de ellos está siendo afanado, obtenemos la bonita cifra de 4.080, lo que multiplicado por los 40 euros mensuales que vale de media la tarifa plana y el alta de línea nos daría los citados 163.000 euros (casi dos millones de euros anuales). Eso es lo que costaría el ‘piggybakcing’, que es el palabro con el que se denomina esta forma de engaño.
Rafael Garrido, informático de la empresa Premium Servicios, considera que el robo del Wifi ‘es una consecuencia directa de la falta de conocimiento por parte de los usuarios, aunque también es frecuente que el hurto se produzca por la utilización de claves fácilmente descifrables, como una enumeración lógica (1-2-3-4)’. ‘En cualquier caso -agrega- lo realmente importante es blindar el sistema con una contraseña o con unos filtros que impidan que alguien ajeno se pueda beneficiar’.
La cuestión es si estamos ante una conducta delictiva. Existe grandes debates al respecto. Mientras que en otros países, como Gran Bretaña y Estados Unidos, han trascendido ya sentencias condenatorias por ‘piggybakcing’, en España todavía no se ha dado ningún caso. Los juristas consideran que habría que dilucidar si estamos ante una intromisión en el espacio privado. Si así se entendiera, podrían aplicarse los artículos 256 y 286 del Código Penal. En cualquier caso, esta legislación fue pensada para actuar contra los piratas de la televisión de pago, por lo que sería bastante difícil realizar una extrapolación. El asunto se complica todavía más desde el momento en que muchos establecimientos públicos, como hoteles, cafeterías y grandes almacenes, ofrecen esta prestación de forma gratuita, por lo que desde el exterior de los edificios cabe la posibilidad de que cualquiera pueda ‘engancharse’.
Fuente: VMT
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La solución para que esto no ocurra esta en la mano del propio operador, que cuando vende el kit Wifi correspondiente no se molesta en explicar, o cuando el técnico de turno hace la instalación, tampoco lleva a acabo una politica de seguridad correcta para el equipo wifi que se esta instalando.
Ese 10% de usuarios “choriceados” son usuarios básicos que en gran medida desconoce el funcionamiento de su router Wifi y que por tanto tienen la conexión abierta a cualquiera.
Además en el mejor de los casos se recomienda seguridad WEP cuando todos sabemos que en mayor o menor grado hay multitud de aplicaciones tanto de Windows como de Linux para obtener las claves.
Solución: Enseñar al usuario ha generar una politica de seguridad buena y consistente, a través WPA, filtrado de MACs, establecimiento del nº máximo de dispositivos que pueden conectarse, etc…
El “gorroneo” de Wifi, un mal negocio para las operadoras
Las operadoras ya han valorado el coste que les supone la navegación gratuita por la red aprovechando las redes Wifi abiertas: 160.000 euros al mes. El Wifi, que es ya el principal método de acceso al ciberespacio (según el Eurobarómetro lo tienen …
El coste económico es irrisorio, en comparación con el volumen de negocio de las compañías afectadas, además podríamos darle la vuelta a la tortilla y juzgar a los que se entrometen en mi domicilio con sus ondas Wifi, facilitando que cualquiera pueda instalar un micro o cámara web ip y utilizar su ancho de banda para trasmitir la información por la red, mi seguridad como ciudadano se ve afectada por la intromisión de estas ondas en mi espacio vital. Solución, menos Wifi y más cableado.
¿Fraude? Y si yo quiero tener mi wifi abierto, ¿por qué no puedo?, lo pago yo ¿no?, pues lo tengo abierto y ya está
¿De qué ”provincia” estais hablando? ¿No es esto Internet? ¿Creeis que os están leyendo sólo en vuestro pueblo y no hace falta identificar el lugar geografico al que se refieren esas 40.800 viviendas ?
Por favor, menos paletos encerrados en un despacho de la gran ciudad y más respeto a todos los lectores. ¡¡Seguro que el que escribe está en Madrid o en Barcelona!!
“Podemos hacer incluso algunas estimaciones que nos aproximan al coste económico del fraude. Esta forma de ‘choriceo’, que sufre un 10 por ciento de los internautas (así lo afirman expertos consultados), supone un pufo de cerca de 163.000 euros mensuales sólo en la ”provincia”. Las cuentas son fáciles. En estos momentos hay en la ”provincia” 40.800 viviendas provistas de Internet inalámbrico. Si el 10 por ciento de ellos está siendo afanado, obtenemos la bonita cifra de 4.080, lo que multiplicado por los 40 euros mensuales que vale de media la tarifa plana y el alta de línea nos daría los citados 163.000 euros (casi dos millones de euros anuales).
Si hay 40.800 viviendas en toda la “provincia”, sin duda no estamos hablando de Madrid o Barcelona, sinó más bien de Soria o Albacete.
Leelo otra vez: “40.800 viviendas provistas de Internet inalámbrico.”
intromision?ayanamiento del espacio pribado?en mi casa se pilla varias conexiones wifi…”en mi casa” en todo caso la conexion wifi de otro “invade” el espacio de mi casa ¿con q permiso? yo tengo derecho a usar las frecuencias wifi q “invaden” mi casa…
¿Pero quién ha escrito esto? ha debido ser él, Periodista Comillas Polarizador…
Menuda faena es que por nuestra culpa las operadoras ‘pierdan’ dinero, tenemos que impedirlo a toda costa, antes de que sea demasiado tarde.
¿Robo? ¿Allanamiento de morada? ¿Uso de propiedad ajena? ¿Pirateo? ¿Usar? No sabría cómo llamar a esto.
Por cierto, nunca me han gustado los gorrones pero tampoco los que no leen lo que escriben.
Señores de NoticiasDot, dejen de hacer copia-y-pega. Fuente VMT no me dice absolutamente nada si no tiene un enlace y “la provincia” es un misterio peor que el nombre de El Fumador (X-files).
Sobre la noticia, estoy de acuerdo con Sckubba, hay que enseñar al usuario lo que está usando y poner unas medidas mínimas de seguridad para que no se te cuelen en tu red privada, en los datos de tus ordenadores… si luego quiere compartir internet eso es cosa tuya (y que tu seas consciente que lo estas haciendo), pero para eso mejor tener dos señales WiFi (una privada y otra pública).