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"Aquellos servicios esenciales desde el punto de vista del servicio público continuarán controlados de alguna forma por el Gobierno, y me estoy refiriendo fundamentalmente a la cuota de abono", tal y como ocurre en los países "en los que el proceso de liberalización está más avanzado".

De Guindos explicó que, al iniciarse la liberalización de las telecomunicaciones, se optó por crear el "price cap", una cesta media ponderada en la que, desde el 2000, se indica cómo tienen que evolucionar los precios del antiguo monopolio.

Así, aunque Telefónica de España eleve las tarifas de determinados servicios, deberá bajar las de otros para cumplir el requerimiento administrativo que se le haya impuesto para ese año.

De acuerdo con lo anunciado por el Gobierno, este año el impacto total en la factura media de los abonados de las variaciones que Telefónica de España haga en sus tarifas deberá ser nulo, por lo que si sube algunas también deberá bajar otras. De hecho, si la compañía decide subir la cuota de abono, tal y como también ha anunciado ya el Gobierno, deberá compensar este incremento con otras bajadas, explicó el secretario de Estado.

De Guindos añadió que la subida máxima que se va a permitir es de 0,55 euros al mes, es decir, la subida más moderada de la cuota de abono mensual desde que empezó a aplicar el "price cap". Si la cuota de abono no formara parte de la cesta de precios que se utiliza para elaborar el "price cap" (tal y como ocurría este año) no habría que variar otras tarifas para compensar, por lo que esta inclusión beneficiará, según el secretario de Estado, a todos los usuarios.