Las declaraciones de Peter Moore se produjeron dos días antes del lanzamiento
al periodico Seattle Post-Intelligencer y respondían a los rumores que
circulaban por determinados foros en los que se aseguraba que Microsoft
reservaba un gran numero de videoconsolas para provocar una ruptura de stocks en
los establecimientos. Moore, decía "He visto todas teorías conspiratorias.
En algún lugar de Roswell, Nuevo México, tenemos un hangar donde las
almacenamos, creando una falsa falta de suministros. No... Es ridículo.
Intentamos que lleguen a las tienda el máximo número de consolas que podemos."
El directivo reconocía que posiblemente si se produjese una ruptura de stocks
debido a las reservas que los establecimientos habían ya efectuado entre sus
clientes y que algunos compradores podrían encontrarse con la desilusión de no
poderse con la videoconsola durante los primeros días del lanzamiento. Este
hecho, según Moore, era fruto del lanzamiento mundial casi simultaneo y de la
necesidad de entregar el numero suficiente de equipos para los mercados donde
será vendida antes de Navidad. Moore se reafirmó en esta decisión: "Cuando
todo se calme, se demostrará que hemos hecho lo correcto y será la forma normal
de lanzar una consola en esta industria."
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