"Las entidades de gestión (...) han sido sensibles al hecho de que un
porcentaje minoritario, pero significativo, de los discos vírgenes se emplean en
el registro de archivos no musicales", señaló la SGAE en un comunicado.
Ayer se conoció que seis entidades de gestión de propiedad intelectual habían
alcanzado un acuerdo con la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de
Electrónica y Comunicaciones (ASIMELEC) por el que a partir del 1 de septiembre
los CDs y DVDs vírgenes incluirán un canon, que variará según sus
características y que redundará en el consumidor, sea cual sea la información
grabada y su destino.
La SGAE señaló hoy que el acuerdo "no tiene absolutamente nada que ver con la
lucha contra la piratería, la mayor lacra que sufren los profesionales de la
cultura en este país". Además, señaló que la copia privada es un "derecho
legítimo" de cualquier ciudadano, mientras que la piratería constituye una
"práctica aberrante" que ha provocado en el último año la "destrucción
de más de un millar de empleos directos".
A juicio de la SGAE, aquellos colectivos que están haciendo referencia a este
canon como un "impuesto antipiratería", u otras definiciones similares,
"tergiversan la realidad de una forma muy dolorosa para los cerca de 70.000
autores que integran la SGAE".
IGUAL QUE LAS CINTAS
En su defensa, señala que la remuneración pactada por ambas partes asciende a 13
céntimos de euro por hora de grabación en el caso de los CD-R Data --"de lejos,
el formato más extendido"--, cantidad "sensiblemente inferior a las 30
pesetas (18 céntimos) que se aplicaron para las cintas vírgenes en 1992, una
tarifa que se ha mantenido invariable durante estos 11 años".
No obstante, las principales críticas de diversas asociaciones apuntan a que las
cintas de audio y vídeo sólo permiten grabar imágenes y sonidos, mientras que
estos nuevos formatos permiten almacenar información propia y realizar copias de
seguridad, entre otras muchas facilidades, actividades por las que no habría que
abonar derechos de autor.
En cualquier caso, la SGAE argumentó que "las entidades de gestión han
renunciado a aplicar este acuerdo con carácter retroactivo" y aclaró que el
precio final de mercado de CDs o DVDs vírgenes "lo fijan los fabricantes y
los minoristas, no las entidades de gestión".
"Suya será, por tanto, la decisión sobre en qué medida esta remuneración
puede repercutir en el precio del producto. En cualquier caso, los CDs y DVDs
vírgenes seguirán siendo significativamente más asequibles que sus parientes
analógicos", concluyó la SGAE.