Agencias - El transbordador, que deberá permanecer en actividad hasta 2010,
iluminó por primera vez el cielo sobre el centro espacial Kennedy, cerca de Cabo
Cañaveral, el 12 de abril de 1981.
En 113 misiones de autobús espacial, los transbordadores Columbia, Challenger,
Discovery, Atlantis y Endeavour pusieron en órbita a 600 personas.
Como camión espacial, el transbordador transportó asimismo más de 1.360
toneladas de carga en el espacio, permitiendo el lanzamiento del telescopio
espacial Hubble y la construcción de la estación espacial internacional (ISS)
desde fines de 1998.
El transbordador, compuesto de dos millones de piezas activas, es un
verdadero rompecabezas de ingeniería, complejo y frágil, como demostró la
explosión del Challenger segundos después del despegue el 28 de febrero de 1986
y la destrucción de Columbia, al reingresar a la atmósfera el 1 de febrero de
2003. En total, murieron 14 astronautas.
Se compone de un orbitador de concepción cercana a la de un avión, que puede
albergar en su cabina a tres astronautas y a otros cinco en el puente. Al
despegar, se pone en posición vertical, adosado a su tanque externo, que a su
vez cuenta con dos cohetes auxiliares.
La nave despega con sus tres motores alimentados por el tanque externo, con
ayuda de los cohetes auxiliares, los cuales se desacoplan dos minutos después
del despegue para caer en el mar.
El tanque se desacopla automáticamente una vez que el transbordador entra en
órbita, y es destruido en las capas superiores de la atmósfera unos ocho minutos
después del lanzamiento.
Privado de medios de propulsión una vez que vuelve a entrar a la atmósfera
terrestre, el transbordador -al que los pilotos comparan a menudo con una
plancha de ropa por su escasa maniobrabilidad- planea hasta aterrizar. |