Otras fuentes utilizadas para obtener estos datos adicionales son
informaciónes ofrecidas por amigos y familiares (35,9%), mientras el 27,4 por
ciento busca información en libros y revistas especializadas. Además, el 17,9
por ciento acude a la medicina privada, mientras la televisión (8,5 por ciento)
y las asociaciones de enfermos (6 por ciento) constituyen otras fuentes de
información utilizadas.
Respecto al perfil del usuario que demanda más datos sobre la enfermedad
diagnosticada, el informe señala que se trata de un hombre de 45 años de edad,
con un nivel de ingresos mensual de más de 900 euros y un nivel de estudios
mínimo de formación profesional.
En este sentido, tal y como indican los autores del estudio --centrado en
usuarios de Unidades Clínicas de Gestión del hospital--, "a medida que
aumenta la formación del paciente se incrementa la búsqueda de información".
Los resultados del informe, al que ha tenido acceso Europa Press, señalan además
que "se trata generalmente de pacientes que creen que hay algo que mejorar en la
unidad que les atiende y que tienen ninguna o poca confianza en la asistencia
recibida".
VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN ADICIONAL
En cuanto a la valoración de los datos encontrados fuera de la consulta
hospitalaria, el 82,1 por ciento de los buscadores de información adicional
creen que ésta era "más o menos igual que la facilitada por los médicos del
Servicio Andaluz de Salud (SAS)".
De otro lado, el 17,9 por ciento considera que la información adicional es
distinta, un 33,3 por ciento que los datos buscados eran mejor que los ofrecidos
por los profesionales sanitarios del SAS y un 19 por ciento que era peor,
mientras que el 38,1 por ciento piensa que ni era mejor ni era peor, pero sí
útil y un 9,5 por ciento considera que la información obtenida es inútil.
Además, según los resultados del informe --basado en entrevistas a 998
usuarios--, el 61,9 por ciento ha tenido en cuenta la información adicional para
manejarse con su enfermedad y a un 66,7 por ciento le ha ayudado a hacer más
llevadero el proceso de la enfermedad. Por último, el 61,9 por ciento piensa que
los médicos le deberían haber dado la información que han obtenido por otras
fuentes.
En los EEUU la confianza en internet es mayor
Un estudio llevado a cabo por la firma especializada
estadounidense The Pew Internet & American Life Project durante el pasado
año reveló que la confianza hacía internet, como centro de consulta e
información sobre salud, es muy superior a la existente en España y que
refleja, aunque de manera localizada, el estudio del SAS.
En este se destaca que dos de cada tres estadounidenses utiliza
Internet para buscar información sobre salud, ignorando de esta forma el
escepticismo que sobrevuela esta tema en los medios especializados. Además, pone
de relieve que tan sólo un 25% de los que consulta este tipo de información se
preocupan por saber las fuentes de las que procede y actualidad. Otro 25%
reconoce que lo hace muy a menudo, mientras que la mitad sostiene que sólo se
fija en alguna ocasión.
Eso, sí un 18% no pone reparos en afirmar que ha cumplido las recetas que
aparecen en la Red sin consultar a su médico de cabecera.
El informe asegura que el 62% de los ciudadanos estadounidenses que se conecta a
Internet, unos 73 millones, ha acudido en algún momento a la Red para buscar
información de salud. Cerca de seis millones de internautas buscan este tipo de
noticias diariamente, bastantes más de los que consultan al médico cada día.
Las principales inquietudes de los usuarios que consultan este tipo de nodos
hacen referencia a una enfermedad en particular, aunque también los hay que
buscan cuestiones sobre nutrición o control de peso.
La Asociación de Médicos de Estados Unidos (The Medical Library Association)
siempre ha hecho hincapié en que la gente se mentalice de que, a pesar de que
Internet es una muy buena fuente de información, no todo lo que aparece en ella
goza de rigor. Asimismo, recomiendan que los usuarios se fijen bien de si el
texto que consultan es una información o una opinión.
Los consejos no para ahí: también recomiendan a los internautas impacientes por
encontrar información de salud que empleen el suficiente tiempo en su búsqueda,
visiten todas las páginas web posibles y consulten con médicos profesionales las
conclusiones a las que lleguen. Y una última: que los usuarios no se fíen un
pelo de los nodos que no gocen de la suficiente popularidad o no esté apoyados
por el Gobierno.