Un buen numero de empleados conectados a internet no
han visitado en su vida una pagina de contenido adulto ni tienen ninguna
intención de hacerlo. Su atención esta más centrada en páginas de información
financiera, noticias en general o peor aún perderse por la red sin ton ni son.
El caso del funcionario estadounidense que en 21 días navegó
por 172 mil páginas, dedicándole 120 horas (un 70 por ciento de su jornada
diaria de trabajo), es todo un récord y aún hoy, al cabo de dos años, es el
típico ejemplo en cualquier conferencia donde los responsables de recursos
humanos o los directores de tecnología debaten sobre el uso corporativo de
internet.
Y es que tanto unos como otros muestran su preocupación por este fenomeno que
puede perjudicar enormemente los intereses de las compañías. Los primeros
insisten en que una buena parte de los empleados se distraen de sus labores
diarias en estas actividades. Ponen como ejemplo los datos ofrecidos por IDC que
apuntan a que entre el 30 o el 40% del tiempo dedicado a la navegación no tienen
ninguna relación con el trabajo que se realiza o los informes de Nielsen//Netratings
que apuntan a que el 60% de las compras online se realizan en horario de trabajo
y desde las propias oficinas.
Por su parte los directores de TI ven como las conexiones se ralentizan
enormemente con la descarga de ficheros de todo tipo y se dispara el consumo de
ancho de banda, un valor preciado en las empresas y más cuando aplicaciones
criticas lo precisan para su funcionamiento. Los "informáticos" se quejan que
desde ciertas dependencias se dilapida el ancho de banda existente de manera
insaciable y muestran estudios de empresas como Nielsen que reporta que las
conexiones desde las oficinas en número y tiempo prácticamente ya doblan a las
conexiones desde el hogar, con un avance de casi cuatro puntos porcentuales al
año.
Pero también los compañeros de muchos de estos empleados empiezan a estar un
poco "asqueados" de toda esta situación y el termino de cyberslacking o
cyberholgazan empieza a ser un denominador común con el que se identifica a
aquellos trabajadores que desatienden sus obligaciones para navegar o chatear en
la red.
Demagogia o no, un estudio de la empresa Websense y de la consultora en recursos
humanos Saratoga Institute, revela que más del 60 por ciento de las
empresas con conexión a internet han llegado a sancionar e incluso el 30 por
ciento a despedir empleados por uso inapropiado de internet, desde pornografía
hasta chatear, jugar, invertir o comprar en línea. Todo ello desde el puesto de
trabajo y como apuntan directivos "desatiendo sus obligaciones con la empresa
y sus propios compañeros".
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