Agencias- Tras la salida forzada de la carismática y polémica Carly
Fiorina de Hewlett-Packard, han comenzado las quinielas sobre quién se hará con
las riendas de una compañía que debe encontrar un rumbo para esta nueva etapa.
La opinión general es que esta ejecutiva, con estatus de figura del rock en el
mundo de la informática, transformó radicalmente a la empresa en los cinco años
y medio en los que estuvo al frente.
Pero ahí se acaba el consenso: para sus numerosos enemigos, Fiorina propició el
hundimiento de HP con la adquisición de Compaq, que se completó en 2002 tras una
tormentosa batalla con las poderosas dinastías Hewlett y Packard, que se oponían
a una fusión que ponía en peligro la identidad de la compañía.
Esto no es baladí, ya que HP, fundada en un garaje de Palo Alto en 1938 por dos
jóvenes ingenieros, se considera la semilla de la que floreció Silicon Valley,
el valle californiano cuna de buena parte de las empresas de tecnología e
Internet de EEUU.
Mientras tanto, para los que respaldan su agresivo estilo de gestión, Fiorina es
una visionaria que sacó a la compañía de su anquilosamiento y la colocó en una
posición más apropiada para competir en el futuro.
"Cuando Fiorina se hizo con el mando, HP estaba atascada -señala el analista
Rob Enderle, del grupo Enderle Group-. Ahora es claramente una compañía mucho
más vibrante, pero más compleja".
Mike Elgan, director de "HP World", cree que a Fiorina se le critica por
movilizar a la compañía "demasiado y demasiado rápido", ya que en su opinión
transformó en una empresa de moda a una firma que hasta el momento se parecía
más a un banco.
La disyuntiva a la que se enfrenta ahora la corporación es seguir adelante con
una estrategia basada en la de Fiorina, que consiste en conseguir estar presente
en multitud de negocios donde antes no operaba, o bien dividirla, separando la
lucrativa división de impresoras y la de computadoras.
Fiorina, era una firma defensora en transformar la empresa orientandola hacía
el mundo de la consultoría de servicios informáticos y desprenderse de la
división de productos informáticos, costosos y poco rentables. Algo que por
supuesto, no veían nada bien los responsables de estas áreas, respetuosos con la
tradición de fabricante de hardware de la casa
El sustituto de Fiorina tendrá que tomas estas decisiones.
Nombres no faltan: entre los que ya suenan en la prensa especializada están
desde Ez Zander, presidente ejecutivo de Motorola y ex responsable de Sun
Microsystems, hasta Kevin Rollins, presidente ejecutivo de Dell, o Sean Maloney,
de Intel.
Otros creen que lo más saludable para la compañía sería optar por alguien de la
casa, como Vyomesh Joshi, director de la división de impresoras y computadoras.
Otro nombre que se baraja es el de Michael Capellas, ex presidente ejecutivo de
Compaq que vendió su empresa a HP y que desde hace dos años dirige la compañía
de telecomunicaciones MCI.
En lo que respecta al futuro de Fiorina, nombrada en 1998 la ejecutiva más
poderosa de EEUU por la revista "Fortune" -título que ha retenido hasta el año
pasado-, nadie cree que peligre.
Fiorina, que se marcha con una compensación de 21 millones de dólares, podría
optar por la política, el mundo académico u otra corporación a la que asociar su
nombre y su famoso rostro.
La reducida presencia de altas ejecutivas en el sector de la tecnología (y en el
resto de las industrias) hace que algunos se pregunten qué habría ocurrido si se
hubiera tratado de un hombre.
Fiorina ha reconocido en entrevistas que el escrutinio es inevitable, pero como
otras mujeres poderosas se resiente de que sea más personal que el que se hace a
hombres y afecte a aspectos que nada tienen que ver con el negocio, como la ropa
que lleva o sus hábitos personales.
"Hablemos de trabajo", suele decir en las entrevistas.
Licenciada en historia medieval por la Universidad de Stanford y con una
maestría en administración de empresas por la de Maryland, Fiorina despierta
amores y odios: sus amigos dicen que es inteligente, energética, ambiciosa y
atractiva. Para sus enemigos, es egoísta y tempestuosa.
El principal diario de Silicon Valley dijo de ella, tiempo atrás, que es la
versión moderna y empresarial de Juana de Arco, mientras otras empresarias ven
en ella un modelo de inspiración. |