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Agencias - La entrada en vigor este domingo de la conocida como 'ley
antitabaco' ha logrado que el fútbol, tema estrella por antonomasia de la
tertulia de los bares, haya sucumbido ante las discusiones sobre la prohibición
de fumar en bares y restaurantes.
Dicha restricción afectará tanto a fumadores, que no podrán prender un pitillo
en los bares que lo prohíban, como a los que no lo hacen, espectantes ante la
posibilidad de disfrutar de un ocio libre de humos.
Y es por ello, que todos, fumadores y no fumadores, polemizan en torno a los
entresijos de la 'Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora
de la venta y consumo del tabaco'.
A favor y en contra Un recorrido por Barakaldo, uno de los municipios
vizcaínos con más bares por metro cuadrado, permite constatar la división
existente entre unos y otros.
A Laura Torre, una madre primeriza de 33 años, le parece 'perfecta' la veda del
tabaco. 'Si salgo a pasear con el niño no puedo tomar café un ningún sitio
porque todos los bares están llenos de humo. En verano, nos sentábamos en las
terrazas, pero en invierno, no podemos hacer nada'.
Convencida de que la medida será beneficiosa para ella y su bebé de diez meses,
se alegra de que 'por fin los derechos de los no fumadores estén por encima
de los derechos de los fumadores'.
En el polo opuesto se sitúa, Joseba Martínez, que define la ley como 'un
acoso a los fumadores. Nos están convirtiendo en bichos raros, en los leprosos
del siglo XXI. Si tan malo es fumar, ¿por qué permiten que se venda tabaco?'.
'Yo pienso seguir fumando -asegura- y no creo que la ley sirva para que la
gente lo deje'.
No obstante, Javi Herrero, quien a sus 29 años es un amante del ambiente
nocturno, está decidido a abandonar los cigarrillos en 2006: 'Para mí, va a
ser el empujón que me hacía falta. Llevaba tiempo pensando en dejarlo y ahora,
sin poder fumar en el trabajo ni en muchos bares, me resultará más fácil'.
Pese a todo, matiza que la prohibición de fumar 'no me parece bien'. 'Es un
poco nazi', sentencia. Los bares se apuntan al "humo" Luis María
Ruiz, encargado del Bar Kaixo -que continuará como local abierto al
tabaco-, es cada día testigo de las divergencias existentes entre sus clientes y
de cómo unos y otros, fumadores y no fumadores, se enfrentan por conseguir que
el local permita o no fumar.
'Algunos me han llegado a decir que si el bar era de fumadores, no venían
más, pero la mayoría de los clientes son fumadores y están muy mosqueados con la
ley, dicen que si quitan el tabaco, que prohíban también los coches, que también
contaminan y causan muchos muertos', expone.
Para él, la ley es 'un parche con fugas por todas partes' y 'una cortina de
humo para enfrentarnos entre nosotros y distraernos de algo más importante,
porque no es lógico que quieran aplicarla tan rápido. Tiene que haber algo más
de fondo'.
El bar 'Tempus Fugit' fue inaugurado hace un mes con 95 metros cuadrados,
unas dimensiones específicamente pensadas para esquivar la cláusula de la ley
que obliga a los locales de más cien metros a habilitar espacios diferenciados
para los fumadores si optan por tolerar el tabaco.
"Permitiré fumar, aunque yo no fume, porque la demanda puede más. Además,
tengo otros dos locales al lado y si ellos dejan fumar y yo no, los clientes no
vendrán aquí. Los que no fumen seguirán viniendo porque ya están acostumbrados
al humo', afirma el encargado del local
Juan Carlos Failde, encargado del pub 'Green', no tuvo 'ninguna
duda' al decidir autorizar el tabaco -a pesar de su condición de ex fumador-
porque 'la copa de noche se asocia al tabaco en el 90 por ciento de los casos
y mi negocio gira en torno a eso'.
Failde critica la 'falta de definición' de la norma y denuncia que
establece 'un agravio comparativo evidente: para los hosteleros entra en
vigor el día 1, pero hay un plazo de tres años para eliminar el patrocinio del
tabaco en las competiciones de motor.¿Por qué Renault es más que yo? Habría que
ver qué diría un tribunal sobre esto'.
En Barcelona
Los barceloneses que aprovecharon el soleado primer día del año para salir a
pasear por el centro podían elegir entre tomar un café acompañado de un cigarro
en un bar donde se permite fumar o en otro libre de humo, ya que ambas
modalidades conviven, de momento, por igual.
Sólo es necesario asomarse a las cafeterías o bares para distinguir si sus
propietarios se han sumado a los que creen que manteniendo la posibilidad de
fumar no perderán clientes o a los que optan ya por adaptarse a los nuevos
tiempos y nuevas modas prohibiendo el tabaco.
La mayoría de bares y cafeterías tiene ya expuesto el cartel que informa sobre
si se permite fumar o no, aunque siempre hay algún indeciso que prefiere no
pronunciarse de momento, pese a lo que establece la ley.
El bar Zurich, por ejemplo, emblemático local de reunión de turistas y
visitantes de Barcelona, presente en todas las guías que se precien, ha optado
por prohibir fumar en su interior. Seguro que en esta decisión ha pesado el
contar con una gran terraza con vistas a la plaza Cataluña y a la Rambla en la
que los clientes fumadores podrán echarse un pitillo. También se han apuntado
a la prohibición otro lugar emblemático de la capital catalana, el "Nuria",
situado en la Rambla. En esta misma vía, "La
Poma" combina la existencia de dos espacios
diferenciados, mientras que los fast&food "Pans & Company como
el Bocatta, en la calle Santa Anna, permiten fumar sin ningún tipo de
restricción. También el popular "Bracafe" de la calle Caspe permite fumar
en su interior. En Madrid El vicepresidente de la Asociación
Madrileña de Empresas de Restauración (Amer), Rafael Andrés, destacó la
'normalidad' con que acogieron los clientes de su restaurante la entrada en
vigor de la Ley Antitabaco, aunque precisó que muchos de ellos estaban confusos
sobre si se podía o no fumar en el establecimiento.
El vicepresidente de Amer afirmó que todavía es pronto para hacer un balance de
cómo los clientes de restaurantes y bares en Madrid han acogido la nueva
normativa que prohíbe fumar en zonas habilitadas para ello, y añadió que en los
próximos días se verá con mayor claridad cómo los españoles han acogido la ley.
Según las estimaciones del sector hostelero, cerca de un noventa por ciento de
los locales pequeños permitirá fumar, aunque se espera que este porcentaje
disminuya con el tiempo. |
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